Educo urge a los gobiernos a garantizar que ningún niño o niña trabaje antes de finalizar la educación obligatoria

junio 14, 2021

Con motivo del Día Mundial Contra el Trabajo Infantil, Educo urge a los gobiernos que se comprometan a tomar medidas para que ningún niño o niña trabaje antes de finalizar la educación obligatoria.

“Esto debería estar regulado por ley en todos los países en los que la edad de trabajo es inferior a la edad en la que finaliza la educación obligatoria. Si los niños y niñas dejan la escuela para trabajar, se les está privando de su derecho a la educación, de su infancia y de sus oportunidades futuras. Por lo tanto, además legislar este tema, los gobiernos tienen que tomar las medidas necesarias para garantizar que se aplique la ley”, explica Macarena Céspedes, directora de Incidencia e Investigación de Educo.
 

La crisis de la COVID-19 ha agravado el aumento de trabajo infantil

Para Educo es muy preocupante el aumento del trabajo infantil que ha ocurrido en los últimos años, y que se ha agravado con la llegada de la COVID-19. De hecho, como indica el informe que acaban de presentar UNICEF y la OIT, los esfuerzos que se han hecho durante los últimos veinte años para acabar con esta lacra se han estancado.

“Los factores que propician el trabajo infantil son múltiples, pero uno de los más determinantes es la pobreza. La crisis económica de la COVID-19 se está prolongando en muchos países, y eso supone que está aumentando el número de familias cuya situación económica empeora día a día. Como resultado, muchos niños y niñas se están viendo obligados a trabajar en condiciones cada vez peores y abandonando sus estudios. Es una realidad que vemos en nuestros proyectos en el terreno”, afirma la directora de Incidencia e Investigación.  
 

1 de cada 3 niños y niñas que trabajan están fuera del sistema educativo

Educo subraya que 1 de cada 3 niños y niñas que trabajan está fuera del sistema educativo, y que los que asisten a clase tienen muchas dificultades para concentrarse y aprender debido a su situación, y a las responsabilidades y al cansancio consiguientes.

No solo eso, los niños y niñas víctimas del trabajo infantil, especialmente del más peligroso, corren el riesgo de sufrir todo tipo de violencia por parte de sus empleadores u otras personas adultas, no reciben la alimentación adecuada ni el tratamiento médico que necesitan y durante el resto de su vida tienen muchas probabilidades de sufrir las consecuencias de lo que han vivido en su desarrollo físico, psicológico, emocional y cognitivo.

Educo considera que una de las mejores vías para acabar con esta lacra y revertir la situación es garantizar por ley que todos los niños y niñas tengan acceso a una educación segura, inclusiva y de calidad. Asimismo, pide a los gobiernos que, a la hora de tomar medidas para acabar con el trabajo infantil, se les escuche y se atiendan sus peticiones.

“Debemos escuchar a los niños y niñas y hacer que participen activamente en los diálogos sobre el trabajo infantil para que las acciones que se tomen se basen en sus necesidades y sean sensibles a sus realidades", añade Macarena Céspedes.
 

Educo ante el trabajo infantil

Educo es una ONG que está presente en 14 países y que promueve el derecho a la educación de los niños, niñas y adolescentes, especialmente en las comunidades más vulnerables del planeta. Fomentar el derecho a la educación como derecho habilitador de otros derechos y como factor que transforma vidas es una prioridad de la ONG y está presente en la mayoría de sus programas. 

Educo impulsa programas específicos en aquellos países con una mayor incidencia de trabajo infantil, como Mali, Filipinas, Benín y Bangladesh. En el caso de Malí, Educo impulsa un programa para escolarizar a niñas que son trabajadoras domésticas. En la actualidad, 2.000 niñas participan en este programa de la ONG.

En Filipinas, Educo promueve los derechos y da apoyo socioeconómico para erradicar el trabajo infantil en el sector agrícola y pesquero. En Benín, desarrolla un programa que promueve la educación y la protección de los niños y niñas que trabajan en condiciones insalubres en el mercado.

En Bangladesh los programas de Educo buscan prevenir y eliminar las formas más peligrosas de trabajo infantil. Sumaya es una niña de 13 años de Dhaka (Bangladesh) que trabaja 12 horas al día en una tienda de ropa por unos 35 euros al mes.

Como ella misma explica, “si no trabajo, mi familia morirá de hambre. Con mis ingresos, pagamos el alquiler que debemos del año pasado y podemos comprar alimentos para mí y para mi madre”

Actualmente, la mayoría de las escuelas de Bangladesh siguen cerradas por la COVID-19. El país se ha visto obligado a imponer en los últimos meses medidas de confinamiento muy estrictas. Antes de la pandemia, a Sumaya le encantaba ir al colegio.

“Me gustaba mucho estudiar y quería seguir para poder ser maestra, pero ahora todo me parece incierto. Aunque las escuelas vuelvan a abrir, no creo que pueda reincorporarme porque mi horario de trabajo coincide con el de la escuela”.

Descarga el posicionamiento completo de Educo sobre el trabajo infantil (en inglés)
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