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“He comprendido muchas cosas y me comprometo a no entregarla en matrimonio”

“He comprendido muchas cosas y me comprometo a no entregarla en matrimonio”

diciembre 01, 2021
La localidad de Barbé, en Malí, es conocida por la gran cantidad de matrimonios infantiles que allí tienen lugar. Son muchas las niñas que, movidas por la decisión familiar, sucumben a matrimonios contra su voluntad. Las familias alegan motivos diversos para perpetuar la práctica: que no quieren que sus hijas se queden embarazadas fuera del matrimonio; que la costumbre en el pueblo siempre fue cambiarlas entre las familias o que, al casarlas con hombres mayores con más dinero, la familia se beneficia y pueden sortear mejor los bajos ingresos. Al final, las niñas acaban siendo moneda de cambio, cuando el verdadero cambio debiera llegar de otro modo.  

Ese cambio, el sistémico, es el que tratamos de encontrar desde Educo. 

Saran es una joven estudiante de 13 años de Barbé, de la comuna de Socoura, que huyó a Bamako cuando se enteró que su familia quería casarla. Por iniciativa de su tía paterna la habían propuesto en matrimonio, aun estando en la escuela.  Su madre, que sí la comprende porque ha sufrido en propia piel las consecuencias de un matrimonio no deseado, entiende que su hija quiera evitar aquello que ella no pudo esquivar. Y se lamenta porque, además, casi pierde a su hija por la perpetuación de esta perjudicial costumbre: "Casi pierdo a mi hija por esta práctica. Mi hija se escapó durante dos meses cuando se enteró de que la iban a dar en matrimonio. Durante unos veinte días estuvimos buscándola, nadie sabía dónde había ido. Afortunadamente, un sobrino nos informó de que estaba con él en Bamako. Había hecho el viaje de Mopti a Bamako sola, sin experiencia previa. El sobrino en cuestión la encontró en casa de un jefe de barrio a la que Saran había acudido en busca de refugio. Si no hubiera tenido esta idea, podría haber sido atacada o explotada por gente de mala fe", explica su madre.

Saran pasó un breve periodo de tiempo en la capital maliense y tras creer que su familia había reflexionado decidió volver junto a ella. Sin embargo, no salió como esperaba: "Afortunadamente para mí, los profesores estaban en huelga y las clases estaban cerradas por la COVID-19. Pero como quería seguir estudiando para convertirme algún día en profesora o trabajadora sanitaria, en cuanto se reanudaron las clases le dije a mi primo que quería volver al pueblo. Con mi huida, mi padre se había comprometido a abandonar su proyecto de matrimonio. Cuando volví, mi padre había cambiado de opinión y quería seguir con el proyecto de matrimonio", dice Saran. 

Fue ahí donde la mediación de Educo fue decisiva. 

Sesiones intergeneracionales para acabar con el matrimonio infantil

Saran y su madre tuvieron la oportunidad de participar en una de nuestras sesiones intergeneracionales sobre matrimonio infantil que forman parte del proyecto de Educo de Protección de Niñas y Niños contra la Violencia Física y Sexual (ProFiG), financiado por UNICEF. Este proyecto, que arrancó en octubre de 2020, se enfoca en prevenir y apoyar a las víctimas de la violencia física y sexual en el entorno familiar, comunitario y escolar. Durante esa jornada, el personal del proyecto y el director de una escuela del pueblo interactuaron con un grupo de personas de la localidad, entre ellas, Saran y su madre. 

Durante la sesión intergeneracional se trataron temas como la edad normal para contraer matrimonio, las consecuencias del matrimonio precoz en el niño, especialmente en las niñas, y las consecuencias en los autores (incluidos los padres) en relación con algunas de las disposiciones de los textos legales sobre el tema en Malí, como el artículo 282 del Código de las Personas y la Familia y el artículo 227 del Código Penal.  
Al final de esta sesión intergeneracional, dos agentes de Educo solicitaron una delegación para mediar con los padres de Saram.

La delegación, encabezada por el presidente del Comité de Gestión Escolar (CGE) y la presidenta del grupo de mujeres del pueblo, visitó la casa familiar de la chica. Tras la visita, el padre de Saran logró cambiar de idea. Su decisión se afianzó tras una nueva sesión de sensibilización sobre el tema, esta vez en presencia de los responsables de la toma de decisiones. La jornada tuvo eco en todo el pueblo y al padre de Saran no le quedaron dudas. Abandonó definitivamente el proyecto de matrimonio de su hija. 

"Ahora, después de todo lo que ha pasado, desde su huida a Bamako hasta las acciones que habéis emprendido a través de la sensibilización y la mediación, he comprendido muchas cosas y me comprometo a no entregarla en matrimonio. Seguirá estudiando como quiera y, cuando crezca, se casará con el hombre que elija", dijo el padre de Saran.
  
Además de la mediación solicitada por Educo, Saran se ha beneficiado de apoyo psicosocial y de apoyo a la reinserción escolar al regresar a su comunidad de origen. "Estoy muy agradecida a Educo porque ahora tengo tranquilidad sobre mi futuro y me he beneficiado de los kits escolares”, remarcó Saran. Su madre también respira tranquila: "la intervención de Educo me ha dado mucha tranquilidad sobre el futuro de mi hija. Me alegro de que haya permitido a mi marido reflexionar sobre la situación de nuestra hija".

Gracias a los esfuerzos de Educo y sus socios, Saran continúa sus estudios en el segundo ciclo de la Escuela Básica de su pueblo. 

Vuelta al cole en Malí

Saran tiene la certeza de que, de ahora en adelante, su futuro es suyo y podrá decidir sobre sí misma. La educación que seguirá recibiendo afianzará esa confianza que tiene en sí misma y le proporcionará conocimientos básicos para poder ejercer una profesión en un futuro. Pero en Malí, no es la única que regresa a la escuela. Las clases abrieron de nuevo a principios de noviembre y desde Educo ofrecimos kits escolares a miles de alumnos y alumnos en nuestras zonas de intervención en la región de Segou. 

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En una ceremonia oficial, Educo Mali, en colaboración con sus socios, entregó miles de kits escolares a casi 11.000 niños de sus 69 escuelas asociadas en las zonas de Segou y Bako. 

Daouda Diarra, prefecto de Ségou, dio el pistoletazo de salida de la escuela básica de Konodimini, en presencia de las autoridades locales y regionales, el personal de Educo, los padres, los agentes educativos y las organizaciones de la sociedad civil.  Herman Zoungrana, director de Educo en Malí, aseguró que "no es una casualidad tener que ir a la escuela, es un derecho”.

Diarra destacó el papel que desempeña cada año Educo en el apoyo al sector de la educación y la protección de la infancia en la región de Ségou. “El apoyo de Educo no solo facilitará la eficacia del inicio del curso escolar 2021-2022 en algunas escuelas de la zona de Segou y Bako, sino que también elevará el nivel de calidad de la enseñanza", afirmó. 
El 84 % de los niños que no van al colegio viven en países con crisis humanitarias prolongadas

África , Derechos de la Infancia , educación , Malí , matrimonio infantil , protección , violencia de género , vuelta al colegio

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